El cristiano se distingue del mundo

Esas personas pertenecen a este mundo, por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo les presta atención. En cambio, nosotros pertenecemos a Dios, y los que conocen a Dios nos prestan atención. Como ellos no pertenecen a Dios, no nos prestan atención. Así es como sabemos si alguien tiene el Espíritu de verdad o el espíritu de engaño.

(1 Juan 4:5‭-‬6 NTV)

Como cristianos nos distinguimos del mundo por la grandeza de Jesuscristo, ese es el más grande distintivo que nos hace diferentes al mundo.

Juan afirma que mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.

Estamos llamados a vivir en el mundo sin participar de él.

Y eso sucede cuando el Espíritu de Dios nos revela la verdadera pobreza espiritual en que vive el mundo.

Así siendo conscientes es mas fácil vencer las tentaciones que buscan seducirnos a volver a esa condición.

Cuando entendemos la plenitud de nuesta herencia en Cristo, se revela toda la pobreza de la oferta del mundo.

Cuando depositamos nuestros sentimientos en Dios, los deseos de la carne dejan dejan de ser un problema.

A diferencia de la mujer de Lot, que rechazó renunciar al mundo, levantemos nuestra vista hacia la esperanza gloriosa del amor, la vida y la luz donde Dios eternamente reina.

Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.

(1 Juan 5:4‭-‬5 NTV)

Necesitamos la plenitud del Espíritu Santo en la totalidad de nuestras vidas, para poder vencer el pecado que domina a este mundo sin Dios.

La única manera para vencer el mundo es creyendo en Cristo y viviendo par Él.

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Pastora Martha Castro