Ofrece alabanza a Dios

La alabanza es el vehículo que nos transporta para adorar a Dios

Daré gracias al Señor porque él es justo; cantaré alabanzas al nombre del Señor Altísimo. (Salmos 7:17 NTV)

Cuando alabamos a Dios nos concentramos en su grandeza y poder y podemos viajar a través de sus potentosas obras y alimentar nuestra certeza en que el tiene el poder para detener el avance del mal cuando nos concentramos en alabarle solo a Él.

Este último verso (Vr 17) ofrece una de las razones principales por las cuales debemos alabar a Dios:

Su atributo de justicia. Cantaré: "El canto es un vehículo para adorar a Dios."

Hay dos verdades acerca de la alabanza Primero, la alabanza es la respuesta cuando la maldad y la iniquidad confrontan al creyente.

La tentación al pecado y a vivir pecaminosamente desaparecerá ante la alabanza sincera, poderosa y audible. Esta traerá la gloriosa presencia de Dios y a la vez extirpará el deseo de identificarse con algun acto o pensamiento pecaminoso.

Segundo: David declara "alabaré a Jehová".

La alabanza es un acto de la voluntad, no una mera expresión verbal; una declaración voluntaria de agradecimiento, un sacrificio o una ofrenda.

Te invito a recordar algunas recomendaciones valiosas a cerca de la alabanza:

1. No esperes hasta que todas las condiciones y circunstancias sean favorables

2. Ofrece una alabanza de agradecimiento, porque Dios es digno y ello es lo correcto.

Debemos tener convicciones claras que a Dios le debemos adorar y alabar siempre, independientemente a las circunstancias buenas o malas por las que estemos viviendo, el es merecedor de recibir adoración sincera y verdadera.

Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

Te invito a subir en el vehículo de la alabanza, ahí estaremos protegidos de toda acechanza del enemigo y nos mantendremos a salvo.

---

Pastora Martha Castro