Vitalidad Espiritual

La servidumbre y el desaliento son tóxicos para la vitalidad espiritual

Así que Moisés le dijo al pueblo de Israel lo que el Señor había dicho, pero ellos no quisieron escucharlo más porque estaban demasiado desalentados por la brutalidad de su esclavitud.

(Éxodo 6:9 NTV)

Cada vez que Dios hablaba a Israel de su liberación de la esclavitud y dura servidumbre de Egipto, más se encolerizaba Faraón, más les oprimía y les imponía más trabajo para hacerles olvidar de su deseo de volver a Canaán, la tierra prometida.

Dios había confirmado la liberación de Israel a Moisés y le había hablado que había oído su gemido.

Dios le dió una palabra para confirmar su exitosa salida de Egipto.

(Éxodo 6:5 -8)

Era tanto el cansancio y la congoja de espíritu, su desfallecimiento y desaliento por el que estaban tan saturados sus corazones, que cuando Moisés les habloó de su liberación no pudieron escuchar tan alentadora noticia y dice literalmente el versiculo 9, que no captaron; su mente estaba turbada, su ánimo estaba cansado por desfallecer y su espíritu estaba angustiado. Que lamentable estado espiritual y emocional de Israel.

Y eso es precisamente lo que el enemigo hace en su estrategia para llevar a los creyentes a vivir esclavos de sí mísmo, hacerlos olvidar de las bendiciones y evitar tener una buena salud integral.

Muchos cristianos estan en esta condición, estan tan exhaustos de tanto trabajo, sus mentes estan tan saturadas de problemas, de afanes, ansiedades y materialismo, que imposiblemente oyen; no captan los propósitos que Dios les quiere decir para el bienestar.

Estos factores intoxican nuestro Espíritu y sentidos de tal manera que adormecen la lucidez y opacan vitalidad que debe caracterizar a un creyente para vivir una vida abundante.

Y esto indudablemente lo provoca Satanás para robar el gozo y la alegría del corazón del creyente.

Es necesario salir de egipto que tipifica el mundo, del bullicio de la vida, del estrés y cansancio que provoca estar en la servidumbre del mundo.

Nunca podremos disfrutar de las bendiciones de Dios y de una genuina relación de paz y amor con nuestro padre, sino nos aislamos y tomamos la desición de descansar del duro trabajo del afan de la vida y decidimos descansar y tomar tiempo para oxigenarnos espiritualmente y mentalmente.

Cuando nos sumergirnos tanto en los afanes de la vida, perdemos la brújula y la dirección que imposiblemente nos hará llegar a la percepción y capacidad para poder oir la voz de liberación de Dios.

Jesús mísmo nos dio ejemplo de usar la soledad, de irse a lugares desiertos, alejados de la multitud para concentrarse en su relación con su padre. Y eso es lo único que debemos hacer.

La servidumbre, el cansancio, el desaliento por tan fuerte saturación de los gajes de la vida, provoca incapacidad de agudizar nuestros oidos a tan indispensable vitalidad espiritual.

La congoja de espíritu y la dura servidumbre se convierte en un enemigo amenazante para disfrutar del día a día y tener descanso integral.

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Pastora Martha Castro